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Fray Pascual Bailón, en un libro antifonario

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Hemos venido entresacando fragmentos de un monumental libro de coro (63 x 50 cm) y ahora presentamos la parte correspondiente a san Pascual Bailón, cuyo nombre ha trascendido a la cultura popular americana. Primero, un poco de contexto.

Fray Pascual Salmerón, franciscano de la Provincia de San Juan Bautista (reinos de Valencia y Murcia), devoto de su santo tocayo, emprendió la labor de poner en circulación la vida de Pascual Bailón, añadiendo de su cosecha lo que había descubierto en investigaciones de archivo. En ello seguía a sus hermanos fray Juan Jiménez, quien publico la Chronica del B. fray Pasqual Baylon (Valencia, 1601), y a fray Antonio Panes, con su Vida del beato fray Pascual Baylon (Valencia, 1655). Luego de ellos, otros religiosos continuaron la tarea biográfica, añadiendo milagros del santo: fray Cristóbal de Arta, fray Isidor Gutiérrez, José Juan Gualtero, fray Nicolás de Jesús Belando y fray Juan Bautista Talens. En este punto y por supuesta escasez de material hagiográfico en el mercado, Salmerón emprende su obra[1].

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S. Pascual Baylon, 22,7 x 16,8 cm, dibujado por Vicente López y grabado por Francisco Jordán, 1801. Museu de la Ciutat de Valencia. Colección Martí. En: Beaufays, I. (). Historia de san Pascual Bailón, patrono de las asociaciones eucarísticas.

Para dar una idea de su tono, copiamos un párrafo donde se pone la vida de Pascual en el contexto de la lucha religiosa del siglo dieciséis:

Incitados del demonio los hereges de aquel siglo publicaron guerra la mas sacrílega y mas obstinada contra la fé, veneracion y culto del santísimo y amabilísimo sacramento del Altar. Y á contraposicion, y para darles en rostro dispuso la divina providencia, que en el mismo siglo al tiempo mas oportuno se dejase ver en la católica Iglesia S. Pascual Bailon, pastor sencillo, lego humilde; pero lleno de celestial y divina sabiduría, perfecto dechado de toda virtud, nuevo taumaturgo por sus innumerables milagros, y sobre todo, adornado con una indecible y admirable fé, devocion y amor al santísimo sacramento del Altar. Niño de pecho empezó á manifestarla, y despues en toda su vida, y en su muerte; y aun despues de ella continúa en manifestarla hasta el tiempo presente con milagrosos golpes y otras señales prodigiosas; siendo asi un inmortal celador, defensor y promotor de la fé, amor y devocion al santísimo sacramento del Altar, contra sus enemigos los hereges sacramentarios de aquel, y de los posteriores siglos, como se verá en este compendio de la vida, virtudes y milagros de este Santo del Sacramento, llamado asi por antonomasia, por la admirable devocion que siempre le tuvo, y que manifiesta aun despues de muerto.

Himnos de san Pascual.

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Pascual Bailón, formando una te mayúscula. Al pie y en tenue lápiz: “san pascual bendito”.

En la serie que celebra la festividad de santa Catalina de Bolonia, el nueve de marzo, hallamos una antífona que principia Thesaurum evangelicum inuenit virgo sapiens (una sabia doncella descubre el tesoro evangélico), lugar donde aparece una figura masculina formando una te ornamentada [f. 16r]. Escrito a lápiz al pie, tenuemente, “San Pascual bendito”. La ilustración anticipa el contenido dedicado a la fiesta de san Pascual Bailón (o Baylón). Pascual Baylón Yubero (1540-92) fue un franciscano aragonés, santo de la Iglesia desde el siglo XVII y patrono de las obras, asociaciones y congresos eucarísticos, por causa de su visión de Jesucristo en la Eucaristía. En la Nueva España, las cocineras lo eligieron protector de su oficio. 

En el f. 23r, inicia el ciclo de Pascual. Viene pues la parte In festo S. Paschalis Baylon. Ad vesperas antiphona (En la fiesta de san Pascual Bailón, antífona para las vísperas). Inicia con una serie de antífonas y salmos:  

De torrente in via bibit, propterea exaltavit caput (De un torrente en el camino bebe y por eso levantó la cabeza), correspondiente al Salmo 110

Salmo Dixit Dominus (Dijo el Señor)

Antífona: Memoriam fecit Dominus mirabilium suorum escam dedit timentibus se (Salmo 111: El Señor hizo memoria de sus maravillas y dio sustento a quienes le temen)

Salmo Confitebor

Antífona: Dispersit, dedit pauperibus: iustitia eius manet in sæculum sęculi, cornu eius exaltabitur in gloria (Distribuyó, dio a los pobres: su justicia permanece siempre, su poder se exaltará en la gloria)

Salmo Beatus vir

Suscitat dominus a terra inopem, et de stercore erigit pauperem, ut collocet eum cum principibus (El Señor levanta de la tierra al desvalido y alza del estiércol al pobre para colocarlo con príncipes) Salmo Laudate

Antífona: Populi laudauerunt Dominum quia miraculis sanctum suum mirificauit (Los pueblos alabaron al Señor porque, con milagros, exaltó a su santo).

Salmo Laudate Dominum

Aquí aparece ya una historia sobre Pascual:   

Læta devote celebret Minorum Turba Paschalem recolens frequenter Quam pio sanctam venerans Synaxim, Arsit amore. Dum puer pascit pecus iste, seque Pane iam pasci cupit Angelorum, Hunc in excelsis meruit patente Cernere cælo. Iugiter sacras inhians ad aras dum cibum vitæ meditatur, hæret Totus et sancto liquefactus igne Lucet, et ardet. Increpans hostes fidei fidelis, Pane, ait, Christum recipi sacrato, Martyrem non dat gladius, sed ipsum Prompta voluntas. Qui quoad vixit coluit supernum tam pie Panem, reserat beatos Morte jam clausos oculos velutque Vivus adorat. Christe, Paschalis meritis, ut omnes Corde nos mundo facias precamur; Cælica ut digne mereamur esca saepe cibari. Amen. 

Con devoción celebre la feliz Orden de Menores a Pascual, considerando con frecuencia que ardió en pío amor venerando la santa eucaristía2. De muchacho, pastoreaba ganado y deseaba apacentarse con el Pan de los ángeles, de suerte que mereció verlo en el ancho Cielo. Sin cesar viendo con anhelo los altares mientras medita sobre el alimento de vida, se queda perplejo, iluminado y abrasado por el fuego sagrado. Fiel increpando a los enemigos de la fe, les dice: “Cristo se encuentra en el pan sagrado. La espada no hace al mártir, sino la voluntad manifiesta. Él, en vida, veneró el Pan celeste, abre los ojos cerrados por la muerte y como un vivo lo adora”. Cristo, por los méritos de Pascual, te pedimos que nos hagas limpios de corazón y merezcamos siempre alimentarnos de Pan divino. Amén.

V. Ora pro nobis beate Paschalis. 

R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi. 

V. ¡Ruega por nosotros, Pascual bendito! 

R. ¡Que seamos dignos de las promesas de Cristo! 

Proseguimos con la antífona Ad Magnificat, el salmo Magnificat y un nuevo himno Ad matutinas: 

Splendor paternae gloriae adesto, Jesu, servulis ut queis micarit moribus Paschalis orbi concinant. Illum dies haec aurea terris refulgens attulit; haec et decorem laurea victrice, cælis retulit. Adhuc puer virtutibus excultus is nitentibus pia, modesta, sobria, puraque vita claruit. Fervens Minorum postmodum ingressus arctas semitas, nil ad sinistram regulæ ad dexteramve deviat. Hinc sancta membra sæviter flagris cruentis purpurat, nullisque foedat sordibus casti pudoris lilia. Christum sequendo pauperem nil præter hunc desiderat; sed mundo in hoc ditescere sola cupit penuria. Ad usque mortem firmiter ut vere et ipse obediat, vitæ subit discrimina, ne quando subdi desinat. Iesu, tibi sit gloria merces perennis pauperum, qui mente pura, et simplici jussis tuis obtemperant. Amen. 

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Muestra de la ardua caligrafía que se encuentra en el libro antifonario.

¡Asiste a tus siervos, Jesús, esplendor de la gloria del Padre, para que canten al orbe las costumbres con que Pascual brilló! Este día dorado se lo llevó de la tierra y este día lo puso en el Cielo, adornado de laurel vencedor. Niño aún y ejercitado en las virtudes, destacó pos su vida piadosa, modesta, pura y sobria. Ingresado con fervor en las estrechas sendas de los Menores, no se desvía de la regla. Desde entonces, tiñe sus miembros con cruentos azotes sin manchar las azucenas del casto pudor. Siguiendo a Cristo pobre, nada más desea sino en este mundo estar pleno de penurias. Con firmeza y para obedecer verdaderamente, enfrenta los riesgos de la vida hasta la muerte, sin dejar de obedecer. ¡Jesús, para ti la gloria, recompensa perenne de los pobres que, pura y sencillamente, obedecen tus preceptos! Amén. 

Siguen la antífona Ecce iam regnat in cœlo, el salmo Jubilate, la antífona Eduxit fontes aquarum; el salmo Deus deorum, la antífona Sancti et humiles corde, el salmo Benedicite y variación del 149. Salmo Laudate. Nuevo salmo sobre Pascual: 

Quam se Deus mirabilem Paschale in almo prædicet noster chorus, miracula eius recensens, concinat. Adest vocatus omnibus repente curat languidos: parata queis sunt funera a mortis aufert faucibus. Hunc dum fides non hæsitans Matris dolentis invocat, en surdus audit protinus cæcusque cernit filius. cæsum secure, sustinet quem vix cutis pars indicem. Ipsum sacerdos deprecans statim recepit integrum. Terram colonus aridam semel ligone percutit, jugisque fontis riuulum armento, et agris obtinet. Liquor sacro ex cadauere manat suauis triduo, qui sanat insanabiles morbos, tumores, vlcera. Custos beati corporis auditur arca pulcibus lenis sonare in prosperis rebus tonare in tristibus. Almo precante famulo, cor Christe nostrum suscita ne quando pulses ianuam, stulto sopore torpeat. Amen. 

¡Cante nuestro coro cuán admirable se mostró Dios con Pascual y predique sus milagros! Se presenta a quienes lo llaman, repentinamente cura los enfermos y quita de las garras de la muerte a quienes ya tenían listo el funeral. La fe ciega de madre afligida lo invoca: he aquí que el hijo sordo oye y el ciego ve. Un dedo herido por la segur y que apenas se sostiene por la piel, de repente sana cuando el sacerdote invoca al santo. Un colono aplica una vez la azada a la tierra árida y halla un arroyo perenne para el ganado y el campo. De su santo cadáver mana por tres días un dulce sudor que sana enfermedades incurables, tumores y úlceras. El arca que contiene su beato cuerpo se oye sonar con golpecitos en tiempos prósperos, pero truena en los adversos. ¡Oh, Jesucristo: por la intercesión de tu siervo, levanta nuestro corazón para que no esté adormecido cuando llames a la puerta! Amen. 

Antífona Ad Benedictus 

In sanctitate et iustitia ambulauit Paschalis coram Domino et accepit scientiam salutis ad ædificationem plebis eius. 

Caminó Pascual ante el Señor en santidad y justicia y adquirió el conocimiento de la salvación para edificación de su pueblo. 

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Magnífica mayúscula ornamentada, al principio de la antífona Ad Magnificat.

Aquí termina el ciclo de san Pascual Bailón [f. 30v], como aparece registrado en nuestro antifonario. Para profundizar sobre la figura del santo popular en el oriente colombiano, recomendamos la tesis magistral de Jorge Ferney Cubides Antolínez, Historia de la fiesta de san Pascual Bailón en Sogamoso (Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia: Tunja, 2013).


[1] Salmerón, P. (1858). Vida, virtudes y maravillas del Santo del Sacramento, S. Pascual Bailon. Valencia. Librería Española y Estrangera de Juan Mariana.